Si la pandemia nos ha enseñado algo sobre el trabajo, es que no necesitamos pasar largas horas en una oficina para ser productivos. Entonces, ¿por qué el presentismo sigue siendo tan importante?
Casi cuesta imaginar una época en que las personas pasaban al menos 40 horas a la semana en una oficina física (y, a menudo, incluso más para impresionar al jefe).
Pero para la fuerza laboral prepandémica, este tipo de «presentismo» (estar físicamente sentado en tu escritorio, mostrando dedicación sin importar cuán improductivo seas) era solo otro hecho de la vida de oficina.
Antes de la pandemia, los datos de una encuesta en Reino Unido mostraron que el 80% de los trabajadores dijeron que existía el presentismo en su lugar de trabajo, y una cuarta parte de los encuestados dijo que había empeorado desde el año anterior.
Pero ahora, el trabajo remoto ha brindado a los jefes y trabajadores una oportunidad de finalmente poder reevaluar este presentismo tan arraigado.