La magia, el poder de seducción y la capacidad de emocionar de Tovar, Surrealismo Vivo, recibe el aplauso espontáneo de la gente, sobre todo el de los niños, impactados por la suma de talentos del inusual espectáculo
José Rafael Sosa
Santo Domingo.- Nada como la sensación de la primera experiencia. Nada como ese pasar la puerta que lleva a lo desconocido y que la incertidumbre sea premiada por la entrega a una vivencia inolvidable.
Esa es la certeza que se tiene una vez se ha vivido la exposición inmersiva Tovar, surrealismo vivo, en la Plaza España de Santo Domingo, República Dominicana, notable esfuerzo en que se han invertido cientos de horas de trabajo artístico digital de animación, millones de pesos para responder a un presupuesto exigente y, sobre todo, por la satisfacción de haber vivido lo inédito.
Había una deuda del país con la obra del más importante pintor surrealista, el de la más alta cotización internacional y, sin embargo, no conocido suficientemente por su pueblo, para que dejara de ser privilegio de coleccionistas y materia de trasiego del mercado en un rictus de merchandaise de la imagen que ahora se ha decidido, por amor al arte y con justicia, compartir masivamente.
Para los responsables de este proyecto también había incertidumbres de lo no experimentado, ¿Vendría la gente a pagar 250 pesos para ver pintura de un artista dominicano? La realidad ha dicho que sí. (Niños y mayores de 65 años pagan 100 pesos).
La muestra es suma de la tecnología, el valor de la plástica, la imagen en movimiento y en particular la gran sorpresa artística del evento, la poesía, han sido factores determinantes para que algunas personas repitan la experiencia hasta tres y cuatro veces y que la gente misma se haya ocupado de provocar la asistencia mediante la recomendación cara a cara o por las redes sociales.
Con esta muestra esta nación del Caribe siente una satisfacción por haber roto relatividades del subdesarrollo.
El montaje de Tovar, surrealismo vivo, un propósito de orgullosa dominicanidad ha logrado establecer un precedente que, al tiempo de democratizar el placer de disfrutar del arte plástico, en una de sus expresiones más validas, universalmente hablando.
La muestra ha evidenciado que el talento no conoce de limites nacionales y se puede hacer tan global como la estética visual de las naciones curiosamente llamadas desarrolladas. La información completa sobre el acceso a la exposición está en https://ivantovar.com/
Un elemento de producción que debe ser considerado de modo especial es el trabajo para producir las animaciones y reproducciones de la obra de Iván Tovar, a cargo de un equipo de jóvenes animadores que no tendrán contacto ni reconocimiento directo por su trabajo, salvo por la satisfacción de ver el efecto final de su trabajo en la gente.
La exposición inmersiva Tovar surrealismo vivo es una experiencia que trasciende lo sensorial/modernista del proyecto en sí mismo. Es, sobre todo, estímulo a la percepción del arte y la sensibilidad de la gente común. Esa es su gran conquista.
La inmersiva es un fenómeno de gestión cultural/artística que establece un hito, que involucra la transformación de la relación del público (sobre todo el infantil, juvenil y familiar) no acostumbrado a dedicar tiempo y recursos para el disfrute de las artes visuales
Es una circunstancia de encuentro con el talento creativo dominicano en su perspectiva más global: la que aporta un pintor nacido en San Francisco de Macorís y que supo, a fuerza de pulso, sensibilidad, poesía surrealista, y trabajo disciplinado, ubicarse como uno de los pintores de trascendencia mundial.
La expo inmersiva, auspiciada por Fundación Iván Tovar y especialmente por los mecenas de la familia Risek, han contribuido a democratizar la cultura en el plano de las artes visuales, auspiciando un proyecto solo con precedentes en paises de gran desarrollo social y económico. Esta muestra, que se apoya en los talentos de animadores anónimos para la gente que acude a disfrutar de esa forma seductora de disfrutar del arte, ha permitido un intercambio estético que marca.
Los trazos, los colores, los conceptos y la poesía de Tovar embriagan de fantasía a sus espectadores.
Este hecho demuestra que los dominicanos, cuando nos lo proponemos, podemos estar en la cima más envidiable del mundo, junto a otros e incluso por encima de algunas naciones cuyas inmersivas no tienen la perfección, la magia, el poder de seducción y la capacidad de emocionar como tiene Tovar, Surrealismo Vivo. Al final de la inmersión, el aplauso espontáneo de la gente, sobre todo el de los niños, es más que elocuente.
Una pena que la experiencia como tal no haya sido descrita mediáticamente en todo su valor, luego de una espectacular inauguración como la que tuvo.
¿Quiénes la montaron?
El equipo tiene sentido profesional de su compromiso. Y la gente está asistiendo más que todo, por la fuerza del boca a boca y el reforzamiento de la difusión que hacen los espectadores por las redes sociales.
La iniciativa fue de Fundación Iván Tovar, como productora ejecutiva. que entendió era el momento de que el país se inscribiera en la honrosa lista de las naciones que han sido capaces de lograr éxito en esta modalidad de proyectos.
La directiva de Fundación Tovar está integrada por: Daniela Tovar, María Castillo, Héctor José Rizek, Yuri Ruiz Villalona, Simona Capelli, Fidel López, María del Mar Rodríguez y Guiselle Infante.
La producción general es de René Brea/Grupo Secuoya (responsable de la impecable creatividad audiovisual que se comenzó a sentir desde la inauguración en Plaza España), la dirección artística, de María Castillo (también responsable de la dramaturgia), la asesoría para expo inmersiva: Claudio Missiego, la coordinadora general, Carlol Félix y el guión de la expo estuvo a cargo de María Castillo y Brea.
Los textos poéticos, Iván Tovar, Charles Boudelaire, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Federico García Lorca, Jean Michell Cartier, Pablo Neruda y Jose Pierre. Las voces en off: María Castillo y Félix German. Una pena no tener a mano los responsables de la animación digital. Ellos, repetimos, son héroes anónimos de la inmersiva.
Los patrocinadores fueron: Banreservas, Banco Popular, Ministerios de Cultura y Turismo, Alcaldía del Distrito, Ritmo Social/Listín Diario y la marca premium de chocolates Kah Kow Experiencie.