A lo largo de los años las personas, han luchado por espacios de desarrollo y avance para sus comunidades, poniendo empeño y fe en lo que entienden puede ser el inicio de su acenso, claro contemplado las herramientas que estos poseen.
Todo este proceso ha generado que muchas actividades se desarrollen, pero siempre arraigados a la fe y a la esperanza de que las cosas sean exitosas, la mayoría de estas personas o comunidades, antes de iniciar cualquier proceso lo sustentan sobre la fe, que ha sido impregnada por sus antecesores quienes han dejado su impronta.
Lo que se ha convertido más que en creencia en realidad de cada una de las personas en el mundo, una de las herramientas que ha fortalecido esa fe y esperanza es el cooperativismo, que paradójicamente nace de la doctrina cristiana y se afianza en las comunidades como el instrumento de desarrollo de las mismas, ejemplo de esto son las estadísticas emitidas por la alianza cooperativa internacional, quienes nos informan que las cooperativas producen riquezas donde estas siembras sus raíces, pero también que su diversidad de servicios coloca al cooperativismo como la plataforma de desarrollo mancomunada más interesante del mundo.
Un gran ejemplo de fe y esperanza atreves del cooperativismo se evidencio en el 1844, con la revolución industrial, que genero un despido masivo de personas, pero al mismo tiempo nació el movimiento cooperativo de manera formal en el mundo cuando 28 personas formaron un almacén de consumo que se convierte en la primera cooperativa.
Las misma trajo desarrollo y bienestar a rochdale donde desde ahí se empezaron a motorizar o mejor dicho a generar el interés en desarrollar acciones exitosas y también dando a las demás comunidades un mensaje de que se puede crecer y avanzar si se hacen las cosas en conjunto.
El gran secreto del cooperativismo, es su fuerte apego a la familia, a la educación, a los valores y a los principios, convirtiéndose en el más parecido ejemplo de lo que promueve nuestro señor Jesucristo, si notamos estos cuatro ejes que posee el cooperativismo son la verdadera esencia de la doctrina cristiana, por lo que siempre los cooperativistas al iniciar cualquier proyecto vemos que la esperanza de las comunidades y de los que en ella convergen es el Cooperativismo.
Claudio Ramirez