El recrudecimiento de la crisis en Haití ha entrado en los últimos días en modo superlativo, lo que ha coincidido con la visita del presidente Luis Abinader a Washington, donde expuso ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) el conflicto que atraviesa la nación del lado oeste de La Hispaniola.
No es la primera vez que el mandatario aborda el tema frente a escenarios internacionales. En esta ocasión, la mayor parte del discurso fue para dejar saber que los haitianos atraviesan un conflicto civil. Tras realizar un resumen acerca del control del COVID-19 y la recuperación económica, Abinader entró en materia: “Haití no puede esperar más: su situación actual la podemos definir como “una guerra civil de baja intensidad”. Debemos actuar con responsabilidad y se debe actuar ahora”.
Frente al Consejo Permanente de la OEA, encabezado por Luis Almagro, Abinader planteó que deberían ser los haitianos los que resuelvan sus problemas, pero, como eso está lejos, solicitó acciones inmediatas: se debe prestar ayuda a las autoridades haitianas en el reforzamiento de los puertos y aeropuertos.
Sobre eso, “hasta ahora, se ha logrado muy poco; esta es una acción urgente y se deben redoblar los esfuerzos”, dijo Abinader.
También pidió asistencia en la creación mecanismos y capacidades relativas al control de armas y municiones que llegan a manos de las organizaciones criminales. “Este tema es crítico y se encuentra entre los párrafos operativos de la resolución 2645 del consejo de seguridad de la ONU”, sostuvo.
La tercera solicitud del mandatario a los miembros del Consejo Permanente de la OEA es que este organismo coordine con los países de las Nacionales Unidas para la capacitación y entrenamiento controlado de las fuerzas de seguridad pública de los policías haitianos.
Y una vez la situación lo permita, Abinader solicitó la colaboración con las autoridades de Haití para organizar elecciones a fin de elegir un presidente basado en el liderazgo y voto popular.
A lo largo de la crisis vecina, Abinader ha tomado medida para proteger que el conflicto atraviese la frontera: construcción del muro, reforzamiento militar, prohibición de la entrada de una docena de cabecillas de bandas, junto al ex primer ministro interino de Haití, Claude Joseph; y ayer fue retirado el personal de la embajada y consulados.
Encuentro con Kamala Harris
Previamente, el gobernante se reunió con la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris.
En la asamblea, en la que participaron los miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom), que inició a las 12:30 del mediodía y concluyó alrededor de las 3:00 de la tarde, se pasó revista a algunos de los temas que fueron abordados en la reunión que sostuvieron en la ciudad de Los Ángeles, el pasado 9 de junio.
El jefe de Estado y la delegación de acompañantes que viajaron con él, encabezada por Roberto Álvarez, ministro de Relaciones Exteriores, regresaron anoche en un avión privado que aterrizó en la Base Aérea de San Isidro, Santo Domingo Este.
Reunión con congresistas
En la capital de Estados Unidos, Abinader también se reunió con el senador Charles Ellis Schumer, así como con 30 congresistas, con quienes habló de diversos tópicos, incluyendo el ya tema haitiano. Un comunicado de prensa de la Presidencia informó que Schumer mostró sumo interés en los asuntos en la política doméstica dominicana, los dominicanos en Estados Unidos y el tema de Haití. Abinader hizo una detallada exposición que permitió a los congresistas estar debidamente documentado sobre la realidad de la situación en Haití y la importancia de la ayuda internacional al vecino país.