«Nadie imagina el dolor que estoy pasando en estos momentos. Nadie imagina el sufrimiento que tenemos todos en casa».
Lenier Miguel Pérez, un cubano residente en Matanzas, en el occidente de la isla, dice que no sabe cómo seguir adelante con su vida, que está «con rabia de tanto dolor».
En solo dos semanas, según cuenta, pasó de recorrer los hospitales de su provincia, en busca de atención médica para su hijo, a perder a su mujer embarazada, Lydda María Rivero, de 23 años, a punto da dar a luz a su segundo bebé (que también falleció).
«¡Qué dolor tan grande es perderlos a los dos a la misma vez y el mismo día!», dice a BBC Mundo.
Según su testimonio, que BBC Mundo verificó con dos personas cercanas a la familia, todo comenzó cuando al niño de ambos, de 4 años, le dio fiebre en la noche del 22 de junio.