El cooperativismo como doctrina social y por mandato de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), se ha establecido en el programa pacto verde, como una herramienta de apoyo a las mejores prácticas sobre el medioambiente.
Pero todo ese ejercicio viene desde la más profunda esencia del cooperativismo que es su séptimo principio que evidencia el compromiso con la comunidad, pero también la responsabilidad de las cooperativas, poniendo como ejemplo nuestro país.
A lo largo de los años hemos estado inmersos en campañas de preservaciones del medioambiente, limpieza de costas y la reforestaciones como ejes principales de apoyo por parte del cooperativismo, ejercicio muy interesante, pero con esfuerzos dispersos, el sector cooperativo se fundamenta en principios y valores, donde uno de sus principales principios es la Cooperación entre cooperativas, lo que se entiende que debe haber igualdad de criterios e ideología.
Hacemos esta importante acotación porque entendemos que el cooperativismo dominicano debe aunar esfuerzos y compactar todos esos importantes actores o gestores medioambientales que existen en cada cooperativa para preparar programas conjuntos, que permitirían mayor alcance en la labor que realizamos.
En la actualidad contamos con cooperativas de reciclaje, dentro de las cooperativas poseemos un comité de medioambiente y el consejo nacional de jóvenes CNJCOOP, también realiza aportes a la realización de actividades a favor del medioambiente, solo que ninguna de estas se homogenizado en la continuidad de los procesos.
Poniendo un ejemplo sencillo, todas las entidades del sector cooperativo realizan limpieza de costas y reforestación, pero no nos hemos preocupado por una parte fundamental de este proceso que es la educación, porque con esas experiencias de limpieza de costas, reciclaje y demás no implementamos una campaña educativa que permita llevar las informaciones a las escuelas y universidades, para que este ejercicio no sea solo del cooperativismo si no de una nación.
Presentando lo que se hace, porque se hace y los beneficios positivos de lo que se está haciendo, ponemos como alternativa de difusión la educación, primero porque es la herramienta principal para el desarrollo de los pueblos y segundo porque es el principal de los principios cooperativos o llamado regla de oro.
Con todo lo antes escrito lo que queremos es llamar a la reflexión del sector cooperativo, a que hagamos más fuerte nuestra labor desde la parte medioambiental y los resultados serán la satisfacción del deber cumplido.
Salvemos nuestro país y así podemos contribuir con el mundo.
Claudio Ramírez
Educador Cooperativo y autor de literatura cooperativa