Es de conocimiento que la legislación cooperativa data de 1964, y que las cooperativas crecieron en cantidad, han asumido diversas normativas, pero no poseemos un código cooperativo acorde con los tiempos, lo que limita a las cooperativas en algunos aspectos, pero dentro de esa debilidad también esta carencia limita la regulación y sobre todo al órgano que las regula.
Este ultimo que mencionamos ha sido el mas afectado ya que ha quedado micro, en la realización de sus obligaciones, ante un sector que se ha convertido en macro, por su nivel de crecimiento, desarrollo y modernidad, lo que pone muy en duda la eficiencia y eficacia del este órgano, el cual su mayor salvación dentro de las debilidades, han sido los órganos de integración (Conacoop, Fedocoop, Airac y demás federaciones), las cuales han protegido la parte regulatoria, con estrategias para que las cooperativas este sanas, lo que ha permitido que en nuestro país las cooperativas estén fuertes y sana, solo raras exenciones tienen alguna dificultad.
La primera debilidad del Instituto de desarrollo y crédito cooperativa, es su partida presupuestaria, la cual limita su operatividad, otra de las debilidades es que la legislación actual no posee ningún régimen de consecuencia para sancionar a las cooperativas que ejerzan mal practica en sus operaciones y la mayor de las debilidades de la normativa cooperativa es que nuestra ley es meramente interpretativa, lo que dificulta la uniformidad de los procesos.
Que se busca con el nuevo código, mayor efectividad en los procesos regulatorios, traerlos a la era moderna, la optimización de las operaciones y algo muy importante la verdadera diferenciación de los organismos de integración según su grado, se determinara su accionar, lo que permitirá que estos puedan identificar hasta donde llegan y donde entra el órgano oficial.
Entendemos que este es el momento de colocar el
código en el congreso de la republica y realizar las gestiones necesarias para poder obtener su aprobación de manera efectiva e integral, lo que seria la conquista esperada, con miras a las transformaciones que se generarían con su aprobación entre las cuales podríamos citar la transición del IDECOOP a SUPERCOOP y con ello mayor unificación del sector y de los conceptos y preceptos cooperativos.
Solo nos queda motivar a los grandes lideres cooperativos a que sigamos impulsando la iniciativa del código cooperativo ante el congreso, de manera unificada y con una sola dirección que es la de lograr que el cooperativismo en republica dominicana, de el salto que estamos anhelando, hacia una transformación en lo digital y en lo conceptual.
Claudio Ramirez
Asesor Cooperativo y Escritor