Santo Domingo.- La acomodadora o armadora de las Reinas del Caribe, Niverka Dharlenis Marte Frica guarda un mundo interesante, más allá de los 18 metros de largo por nueve metros de ancho de la cancha de voleibol.
La armadora exhibirá su talento en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio (julio 23/agosto 8).
Dibujar, pintar, la playa, los aniamels, son algunos de los pasatiempos de esta jugadora, que capitanea las jugadas de la selección nacional femenina de voleibol.
La jugadora tiene un arte para el dibujo. Eso le permitió ganarse unos pesitos en el colegio cuando era niña. “Me gusta mucho dibujar, cuando era pequeña dibujaba muchas caricaturas, sobre todo de Dragon Ball Z y Caballeros del Zodiaco y los vendía a un peso en el colegio”, dice mientras deja escapar una sonrisa.
Marte, quien ha jugado dos años en Perú, se confiesa “muy amante de los animales” e incluso de niña soñó con dedicarse a la veterinaria. La idea le cambió conforme avanzaron los años.
“Cuando era pequeña quería ser arquitecta, también veterinaria”, dijo la atleta. “Después fui creciendo y me di cuenta que me gustan mucho los animales, mas no me gusta la medicina, entonces dije, bueno prefiero tener una granja y tener un veterinario que me los atienda”.
El punto es que ella se confiesa “amante a los animales, todos los animales”. Narra, por ejemplo que jugó en Perú “y mis compañeras estaban locas por llevarme a la selva porque muchas de ellas viven allá, para tirarme fotos con mis animales exóticos”. Eso nunca se dio porque siempre jugaba los fines de semana “y había que irse desde el viernes y no nos daban el permiso”.
Luce algo impresionante para una chica que se define como “tímida” y eso “aunque no lo parezca. Soy de un círculo muy pequeño de amigos. No he tenido problemas con nadie, pero tampoco tengo muchos amigos”.
Esos son momentos de la vida que pudieran sorprender a los seguidores de esta atleta.
¿Río o la playa?
Si le toca salir de paseo y si tiene la opción de elegir entre esas dos opciones, la jugadora, amante del queso, prefiere agua y arena. “Prefieron la playa. No me gusta el río, esa agua es muy fría, muchas piedras”, señala.
Cocinar… no mucho
En verdad le gustan las dos actividades. Se ríe, aunque advierte: “A mí no me gusta cocinar, a menos que sea para probar algo nuevo. Si quiero inventar un postrecito, un plato que vi en las redes, pero tener que cocinar por rutina no me gusta mucho”.
Para eso están los novios Niverka. “Gracias a Dios que mi pareja sí le gusta mucho cocinar, me prepara mucho ceviche, el mejor que he probado, incluso en Perú. Entonces, soy más de comer, de que me complazcan con eso”.
Estudio y deporte
Lo que más consume su tiempo eran estas dos ocupaciones. Ya se graduará por lo que ahora pasará más tiempo con su familia. “Solía distribuir mi tiempo entre deporte y estudio, pero ya gracias a Dios terminé mi carrera, estoy solamente esperando mi graduación”, luego de com- pletar sus estudios en relaciones internacionales, en Ginebra, Suiza.
